martes, 10 de abril de 2007

LIBRO PRIMERO


1. Estaba sentado Manú, con el pensamiento dirigido hacia un solo objeto; los Maharshis[1] se le acercaron y después de haberle saludado con respeto, le dirigieron estas palabras.
2. "Señor, dígnate declararnos, con exactitud y por orden, las leyes concernientes a todas las clases primitivas[2] y a las clases nacidas de la mezcla de las primeras[3].
3. "Tú, solo, oh Maestro, conoces los actos, el principio y el verdadero sentido de esta regla universal existente por sí misma inconcebible, cuya extensión no puede apreciar la razón humana, y que es el Veda[4].
4. interrogado así por estos seres magnánimos aquel cuyo poder era inmenso, después de haber saludado a todos, les dijo esta razonable respuesta: "Escuchad" les dijo.
5. Este mundo estaba sumergido en la oscuridad[5], imperceptible, desprovisto de todo atributo distintivo, sin poder ser descubierto por el raciocinio, ni ser revelado, parecía entregado enteramente al sueño.
6. Cuando el término de la disolución (Pralaya)[6] hubo concluido, entonces el señor existente por si mismo y que no está al alcance de los sentidos externos, haciendo perceptible este mundo con los cinco elementos y los otros principios, resplandecientes del más puro brillo, apareció y disipó la obscuridad, es decir desarrolló la naturaleza (Prakriti).
7. Aquel que sólo el espíritu puede percibir, que escapa a los órganos de los sentidos, que no tiene partes visibles, eterno, alma de todos los seres, a quien nadie puede comprender, desplegó su propio esplendor.
8. Habiendo resuelto, en su mente, hacer emanar de su substancia las diversas criaturas, produjo primero las aguas en que depositó un germen.
9. Este germen se tornó en un huevo brillante como el oro, tan esplendoroso como astro de mil rayos y en el cual el mismo ser supremo nació bajo la forma de Brahma[7], el abuelo de todos los seres.
10. Las aguas han sido llamadas naras porque eran obra de Nara (el Espíritu divino) y habiendo sido esta agua el primer lugar de movimiento (ayana) de Nara, ha sido llamado en consecuencia Narayana[8] (aquel que se mueve sobre las aguas).
11. Por lo que existe, por la causa imperceptible, eterna, que existe realmente y no existe para los órganos, ha sido producido este divino macho (Purusha), célebre en el mundo bajo el nombre de Brahma.
12. Después de haber permanecido en este huevo un año de Brahma[9], el señor, por obra de su pensamiento únicamente, separó este huevo en dos partes.
13. Y de estas dos partes formó el cielo y la tierra; en el medio colocó la atmósfera[10], las ocho regiones celestes[11] y el depósito permanente de las aguas.
14. Expresó del Alma Suprema[12] el sentimiento (Manas) que existe por su naturaleza y no existe para los sentidos; y antes de la producción del sentimiento el Ahankara[13] (el yo) monitor y soberano maestro;
15. Y antes del sentimiento y la conciencia, produjo el gran principio intelectual (Mahat)[14] y todo lo que recibe las tres cualidades[15], y los cinco órganos de la inteligencia destinados a percibir los objetos exteriores y los cinco órganos de la acción[16] y los rudimentos (Tanmatras)[17] de los cinco elementos.
16. Habiendo unido moléculas imperceptibles de estos seis principios dotados de una gran energía, a saber, los rudimentos sutiles de los cinco elementos y la conciencia, ó partículas de estos mismos principios, transformados y tornados en los elementos y los sentidos[18]; á causa de esto los sabios han designado la forma visible de este Dios bajo el nombre de Sarira (que recibe las seis moléculas).
17. Y porque las seis moléculas imperceptibles emanadas de la substancia de este ser supremo, a saber, los rudimentos sutiles de los cinco elementos y la conciencia, para tomar una forma se juntan á estos elementos y a estos órganos de los sentidos[19]; a causa de estos los sabios han designado la forma visible de este Dios bajo el nombre de Sarira (que recibe las seis moléculas).
18. Los elementos penetraron allí con funciones que les son propias, así como el sentimiento (Manas), fuente inagotable de los seres, son atributos infinitamente sutiles.
19. Por medio de partículas sutiles y dotados de una forma, de estos siete principios (Purushas) dotados de una gran energía, la inteligencia, la conciencia y los rudimentos sutiles de los cinco elementos, ha sido formado este perecedero universo, emanación de la imperecedera fuente.
20. Cada uno de estos elementos adquiere la cualidad del que le precede, de suerte que, mientras más alejado está un elemento en la serie, mayores calidades posee.
21. El ser supremo asignó también desde el principio, a cada criatura en particular, un nombre, actos y una manera de vivir, según las palabras del Veda.
22. El soberano Maestro produjo una multitud de Dioses (Devas) esencialmente activos, dotados de un alma, y un grupo invisible[20] de Genios (Sadhyas) y el sacrificio instituido desde el comienzo.
23. Del fuego, del aire y del sol extrajo[21] para la celebración del sacrificio, los tres Vedas eternos, llamados Rik, Yajur y Sama.
24. Creó los tiempos y las divisiones de los tiempos, las constelaciones, los planetas, los ríos, los mares, las montañas, las llanuras, los terrenos desiguales;
25. La devoción austera, la palabra, la voluptuosidad, el deseo, la cólera y ésta creación, pues quería dar la existencia a todos los seres.
26. Para establecer diferencia entre las acciones, distinguió lo justo de los injusto y sometió a estas criaturas sensibles al placer y al dolor y a las otras condiciones opuestas[22].
27. Con partículas (matras) tenues de los cinco elementos sutiles, y que son perecederos en el estado de elementos groseros[23], ha sido formado sucesivamente todo lo que existe.
28. Cuando el soberano Maestro ha destinado desde luego a tal o cual ser animado a cualquiera ocupación, este ser la desempeña por sí mismo todas las veces que vuelve al mundo.
29. Cualquiera que sea la cualidad que le ha tocado en suerte en el momento de la creación, maldad ó bondad, dulzura ó rudeza, virtud ó vicio, veracidad ó falsedad, esta cualidad lo viene a buscar espontáneamente en los nacimientos que siguen.
30. Del mismo modo que las estaciones en su vuelta periódica readquieren, naturalmente, sus atributos especiales, así también las criaturas animadas desempeñan de nuevo las ocupaciones que les son propias.
31. Mientras tanto, para la propagación de la raza humana produjo de su boca, de su brazo, de su muslo y de su piel a los Brahmanes, a los Kshatryas, a los Vaisyas y a los Sudras.
32. Habiendo dividido su cuerpo en dos partes, el soberano Maestro se volvió mitad macho y mitad hembra y uniéndose a esta parte hembra engendró a Viraj.
33. Sabed, nobles brahmanes, que aquel a quien el divino macho (Purusha) llamado Viraj ha producido de sí mismo entregándose a una austera devoción, soy yo, Manú, el creador de todo este universo.
34. Soy yo quien, deseando dar nacimiento al género humano, después de haber practicado las austeridades más penosas, ha producido primero diez santos eminentes (Maharshis), señores de las criaturas (Prajapatis), a saber:
35. Maritchi, Atri, Angiras, Pulastya, Pulada, Kratu, Pratchetas ó Daksha, Vasishtha, Brigú y Narada.
36. Estos seres todopoderosos crearon otros siete Manús[24], los Dioses (Devas)[25] y sus moradas y dos Maharshis dotados de inmenso poder;
37. Crearon a los Gnomos (Yakshas)[26], los Gigantes (Kakshasas)[27] los Vampiros (Pisatchas)[28], los músicos celestes (Gandharbas)[29], las Ninfas (Apsarasas)[30], los Titanes (Asuras)[31],
38. Los relámpagos, los rayos, las nubes, los arcos coloreados de Indra, los meteoros, las trombas[32], las cometas y las estrellas de diversas magnitudes.
39. Kinaras[33], los monos, los peces, las diferentes especies de aves, el ganado, los animales salvajes, los hombres, los animales carniceros provistos de doble fila de dientes;
40. Los gusanillos de tierra, los gusanos, las langostas, los piojos, las moscas, los chinches y toda clase de mosquitos que pican; en fin los diferentes cuerpos privados de movimiento.
41. Así fue como, por orden mía, estos magnánimos sabios crearon, por el poder de sus austeridades, todo este conjunto de seres móviles, regulándose por sus actos[34].
42. Voy ahora a declarar qué actos particulares han sido asignados aquí abajo a cada uno de estos seres y de qué manera viene al mundo.
43. Los ganados, las bestias salvajes, los animales carniceros provistos de doble fila de dientes, los gigantes y los hombres, nacen de una matriz.
44. Los pájaros salen de un huevo, lo mismo que las serpientes, los cocodrilos, los peces, las tortugas y otras clases de animales, ya sea terrestre, como el Lagarto, ya sea acuático como el pez de concha.
45. Los mosquitos que pican, los piojos, las moscas, los chinches nacen del vapor caliente; son producidos por el calor, lo mismo que todo lo que se les asemeja, como la abeja, la hormiga.
46. Todos los cuerpos privados de movimiento y que brotan, ya sea de un grano, ya de una rama puesta en la tierra, nacen del desarrollo de un botón: las hierbas producen una gran cantidad de flores y de frutas y perecen cuando los frutos han llegado a su madurez.
47. Los vegetales llamados reyes de los bosques, no tienen flores y dan frutos; y ya sea que den también flores ó solamente frutos, reciben el nombre de árboles bajo ambas formas.
48. Hay diferentes clases de arbustos que crecen, ya sea en matorral, ya en espesura; además, diversas especies de césped, de plantas rampantes y trepadoras. Todos estos vegetales brotan de una semilla ó de una rama.
49. Rodeados de la cualidad de sombra[35], manifestada bajo una multitud de formas, a causa de sus acciones precedentes, estos seres[36], dotados de una conciencia interior, sientes el placer y la pena.
50. Tales han sido declarados, desde Brahma hasta los vegetales, las reencarnaciones[37] que ocurren en este mundo espantoso, que se destruye sin cesar.
51. Después de haber así creado a este universo y a mí, aquel cuyo poder es incomprensible desapareció de nuevo, absorbido en el alma suprema, reemplazando el tiempo de la creación por el tiempo de la disolución (Pralaya).
52. Cuando este Dios se despierta, enseguida este universo cumple sus actos; cuando se duerme, sumido su espíritu en un profundo reposo, el mundo entonces se disuelve[38].
53. Pues durante su apacible sueño los seres animados, dotados de los principios de la acción, dejan sus funciones, y el sentimiento (Manas) cae en la inercia, así como los otros sentidos. :
54. Y cuando se han disuelto al mismo tiempo en el Alma suprema esta alma de todos los seres duerme[39] tranquilamente en la quietud más perfecta.
55. Después de haberse retirado a la obscuridad primitiva, permanece allí largo tiempo con los órganos de los sentidos, no desempeña sus funciones y se despoja de su forma.
56. Cuando, reuniendo de nuevo principios elementales sutiles, se introduce en una semilla vegetal ó animal, se reviste de una forma nueva.
57. Así es como, por un despertar y un reposo alternativos, el ser inmutable hace revivir ó morir eternamente a todo este conjunto de criaturas móviles é inmóviles.
58. Después de haber compuesto el mismo desde el principio este libro de la ley, me lo hizo aprender de memoria y yo lo enseñé a Marichi y los otros sabios.
59. Brigú, aquí presente, os dará a conocer plenamente el contenido de este libro; pues este Muni[40] lo ha aprendido en entero por conducto mío.
60. Entonces el Maharshi Brigú, así interpelado por Manú, dijo con benevolencia a todos estos Rishis: Escuchen.
61. De este Manú Swayambthuva (salido del ser existente por sí mismo) descienden seis otros Manús, que dieron cada uno, nacimiento a una raza de criaturas; estos Manús, dotados de un alma noble y de una energía superior, eran:
62. Swarochisha, Otomi, Tamasa, Raivata, el glorioso Eshakshusha y el hijo de Vivaswat[41].
63. Estos siete Manús todopoderosos, de los cuales Swayambhuva es el primero, durante su respectivo período (Autara), han producido y dirigido cada uno este mundo compuesto de seres móviles y de seres inmóviles.
64. Dieciocho nimechas (parpadeos) hacen una Kashtha. Treinta Kashchos, una kala, treinta kalas una muhurta; otros tantos muhurtas componen un día y una noche.
65. El sol establece la división del día y de la noche para los hombres y para los Dioses; la noche es para el sueño de los seres y el día para el trabajo.
66. Un mes de los mortales es un día y noche de los Patris[42]; se dividen en dos quincenas[43]: la quincena negra, para los Manes, el día destinado a las acciones; y la quincena blanca, la noche, consagrada al sueño.
67. Un año de los mortales es un día y una noche de los Dioses; y he aquí cómo esta dividido: el día responde al curso septentrional del sol y la noche a su curso meridional.
68. Ahora aprended por orden y sucintamente cuál es la duración de una noche y de un día de Brahma, y de cada una de las cuatro edades (sugas)[44].
69. Cuatro mil años divinos[45] componen, al decir de los sabios, el Krita-Yuga; el crepúsculo que precede tiene otros centenares de años; el crepúsculo que sigue es semejante.
70. En las tres otras edades, igualmente precedidas y seguidas de un crepúsculo, los millares y centenares de años están disminuidos sucesivamente de una unidad[46].
71. Soportadas junto estas cuatro edades que acaban de ser enumeradas, la suma de sus años, que es de doce mil[47], está llamada la edad de los Dioses.
72. Sabed que la reunión de mil edades divinas[48] compone en total un día de Brahma, y que la noche tiene igual duración.
73. Los que saben que el santo día de Brahma no concluye sino con mil edades, y que la noche abraza semejante espacio de tiempo, conocen verdaderamente el día y la noche.
74. Al expirar aquella noche, Brahma que estaba dormido, se despierta; y, despertándose hace emanar el espíritu divino (Manes)[49], quien por su esencia existe, y no existe para los sentidos exteriores.
75. Impulsado por el deseo de crear, probado por el alma suprema, el espíritu divino ó el principio intelectual opera la creación y da nacimiento al éter, que los sabios consideran dotado de la cualidad del sonido.
76. Del éter, operándose una transformación, nace el aire, vehículo de todos los olores, puro y lleno de fuerza, cuya propiedad reconocida es la tangibilidad.
77. Por una metamorfosis del aire prodúcese la luz que alumbra, disipa la obscuridad y brilla, y está declarado que tiene por cualidad la forma aparente.
78. De la luz, por una transformación, nace el agua, que tiene por cualidad el sabor; del agua proviene la tierra, cuya cualidad es el olor; tal es la creación operada desde el principio.
79. Esta edad de los dioses, arriba enunciada, y que braza doce mil años divinos, repetida setenta y una veces[50], es lo que se llama aquí el período de un Manú (Manwantara).
80. Los períodos de los Manús son innumerables, así como las creaciones y las destrucciones del mundo, y el ser supremo los renueva como jugando.
81. En el Krita--Yuga, la justicia, bajo la forma de toro, se mantiene firme sobre sus cuatros pies; la Verdad reina y ningún bien obtenido por los mortales deriva de la iniquidad.
82. Pero en las otras edades por la adquisición ilícita de las riquezas y de la ciencia, la justicia pierde sucesivamente un pie; y reemplazados por el robo, la falsedad y el fraude, las ventajas honestas disminuyen gradualmente de una cuarta parte.
83. Los hombres, exentos de enfermedades, obtienen el cumplimiento de todos sus deseos y viven cuatrocientos años durante la primera edad; en el Tretayaga y las edades siguientes su existencia pierde una cuarta parte de su duración.
84. la vida de los mortales, declarada en el Veda, las recompensas de las acciones y los poderes de los seres animados, llevan en este mundo frutos proporcionados a las edades.
85. Ciertas virtudes, son peculiares de la edad Krita, otras de la edad Treta, otras de la edad Dwapara, otros de la edad Kali, en proporción a la decrecencia de estas edades.
86. La austeridad domina durante la primera edad, la ciencia divina durante la segunda, el cumplimiento del sacrificio durante la tercera; al decir de los sabios, sólo la liberalidad durante la cuarta edad.
87. Para la conservación de esta creación entera, el ser soberanamente glorioso asignó ocupaciones diferentes a las que habrá producido de su boca, de su brazo, de su muslo y de su pie[51].
88. Dio en lote a los brahmanes el estudio y enseñanza de los Vedas, el cumplimiento del sacrificio, la dirección de los sacrificios ofrecidos por otros, el derecho de dar y el de recibir;
89. Impuso como deber al Kshatrya proteger al pueblo, hacer la caridad, sacrificar, leer los libros sagrados y no abandonarse a los placeres de los sentidos.
90. Cuidar los ganados, dar limosna, sacrificar, estudiar los libros santos, hacer el comercio, prestar a rédito, labrar la tierra, son las funciones del Vaisya.
91. Pero el soberano Dueño no asignó al Sudra sino sin oficio: el de servir a las clases precedentes, sin menospreciar el mérito de ellas.
92. Encima del ombligo, el cuerpo del hombre ha sido proclamado como más puro y la boca ha sido declarada como en parte más pura por el ser que existe por sí mismo.
93. Por su origen que él deriva del miembro más noble, porque ha nacido primero, porque posee la Santa Escritura, el Bramána es legítimamente el dueño de toda esta creación.
94. En efecto, él fue a quien el ser existente por sí mismo, después de haberle entregado a las austeridades, produjo desde el principio de su propia boca, par el cumplimiento de las ofrendas a los dioses y a los Manes, para la conservación de todo lo que existe.
95. Aquel por cuya boca los habitantes del paraíso comen sin cesar la mantequilla clarificada y los Manes la comida fúnebre; ¿qué otro ser tendría por superior?
96. Entre todos los seres, los primeros son los seres animados; ente los seres animados los que subsisten por medio de su inteligencia: los hombres son los primeros entre los seres inteligentes, y los Bramanes entre los hombres;
97. Entre los Bramanes, los más distinguidos son los que poseen la ciencia sagrada; entre los sabios, los que conocen su deber; entre éstos, los hombres que lo cumplen con exactitud; entre estos últimos aquellos a quienes el estudio de los libros santos conduce a la beatitud.
98. El nacimiento del Brahmán es la encarnación eterna de la justicia; pues el Bramána, nacido par la ejecución de la justicia, esta destinado a identificarse con Brahma[52].
99. El Bramána, al venir al mundo, está colocado en primera línea sobre esta tierra; soberano señor de todos los seres, debe velar por la conservación del tesoro de leyes civiles y religiosas.
100. Todo lo que el mundo encierra en cierto modo, la propiedad del Bramána; por su primogenitura, por su nacimiento eminente, tiene derecho a todo lo que existe.
101. El Brahmán no come sino su propio alimento, no lleva sino sus propios vestidos, no da sino su haber; se debe sólo a la generosidad del Brahmán, el que los otros hombres gocen de los bienes de este mundo.
102. Para distinguir las ocupaciones del Bramána y las de las otras clases en el orden conveniente, el sabio Manús, que procede del ser existente por sí mismo, compuso este código de leyes.
103. Este libro debe ser estudiado con perseverancia por todo Brahmán instruido y ser explicado por él a sus discípulos; pero jamas por otro hombre alguno de una clase inferior.
104. Leyendo este libro, el Bramána que cumple exactamente sus devociones no se mancha con ningún pecado en pensamiento, en palabra o en acción.
105. Purifica a una asamblea[53], a siete de sus antepasados y siete de sus descendientes, y solo él merece poseer toda esta tierra.
106. Este excelente libro hace obtener toda cosa deseada; aumenta la inteligencia, procura gloria y una larga vida, conduce a la beatitud suprema.
107. Allí se encuentra completamente expuesta la ley, así como el bien y el mal de las acciones y las costumbres inmemoriales de las cuatro clases.
108. La costumbre inmemorial es la principal ley aprobada por la Revelación (Sruti) y la Tradición (Surviti)[54]; en consecuencia, quien desea el bien de su alma debe conformarse siempre con perseverancia a la costumbre inmemorial.
109. el Bramána que se aparta de la costumbre, no prueba el fruto de la Santa escritura, pero si la observa exactamente, obtiene una cosecha completa.
110. Así, los Manús, habiendo reconocido que la ley deriva de la costumbre inmemorial, han adoptado estas costumbres aprobadas por base de toda piadosa austeridad.
111. El nacimiento del mundo, regla de los sacramentos (Sanskaras), los deberes y la conducta de un alumno en teología (Brahmachari), la importante ceremonia del baño que toma el alumno antes de dejar a su maestro, cuando su noviciado a concluido;
112. La elección de la esposa, los diversos modos de matrimonio, la manera de celebrar las cinco grandes oblaciones (Maha-Yardinas), y la celebración del servicio fúnebre (Sraddha)[55] instituido desde el principio;
113. Los diferentes medios de sostener la vida, los deberes de un dueño de casa (Grihastha), los alimentos permitidos y los prohibidos, la purificación de los hombres y la de los utensilios empleados;
114. Los reglamentos que conciernen a las mujeres, el deber austero de los Vanaprasthas ó anacoretas, el de los Samyasis ó devotos ascéticos y que conduce a la beatitud (Moksha), la renuncia al mundo, todos los deberes de un rey, la decisión de los asuntos judiciales;
116. Los deberes de los Vaishas y de los Sudras, el origen de las clases mezcladas, la regla de conducta de todas las clases en caso de miseria y los modos de expiación;
117. Las tres clases de transmigraciones que son en este mundo el resultado de las acciones, la felicidad suprema reservada a las buenas obras, examen del bien y del mal;
118. Y en fin las leyes eternas de las diferentes comarcas, de las clases y de las familias y los usos de las diferentes sectas de heréticos y de las compañías de mercaderes, las ha declarado, en este libro, Manú.
119. De igual modo que antaño, a ruego mío, Manú declaró el contenido de este libro, así vosotros aprendedlo hoy de mí, sin supresión ni aumento.
[1] Los Maharshis, ó grandes Rishis, son personajes santos de orden superior. Se distinguen varias clases de Rishis.
[2] Las clases primitivas están en número de cuatro, á saber la clase sacerdotal ó la de los Brahmanes, la clase militar y real, la de los Kshatryas, la clase comerciante y agrícola, o la de los Vaisya, y la clase trabajadora o la de los Sudras. (Véase más lejos en el mismo Libro, estancia 31 y la estancia 87 y sig.)
[3] Estas clases están enumeradas en el Libro décimo.
[4] El Veda es la Santa Escritura de los indios. Los principales Vedas son tres: el Rick, el Yajur y el Sama; las Leyes de Manú los citan con frecuencia mientras que el cuarto veda, el Atharva, no está mencionado allí sino una vez (Lib. XI, st.33). Algunos sabios influenciados por posiciones filosoficas occidentales, piensan que este Veda es más moderno; pero esta opinión no es la del ilustre Colebrooke, que ha presentado en el octavo volumen de las Rechearches Asiatiques, una Menoria muy importante sobre los Libros sagrados de los indios y que piensan que el Atharva es, por lo menos en parte tan antiguo como los otros Vedas. Cada Veda encierra plegarias (Mantras) y preceptos (Brahmanas).
[5] Según el comentador, debe entenderse por oscuridad (Tamas) la naturaleza (Prakriti). El mundo, en la época de la disolución (Pralaya), a causa de su imperceptibilidad, estaba disuelto en la naturaleza y la naturaleza misma no había sido desarrollada por el Alma divina (Brahmatma). La Prakriti, el primero de los veinticinco principios admitidos por el sistema filosófico llamado Sankya, es la materia prima, la causa material universal.. La escuela Sankya es uno de los seis metodos filosoficos de abordar el conocimiento védico.
[6] Pralaya es la disolución, ó destrucción del mundo, que ocurre al fin del día de Brahama.
[7] Brahma es aquí el Dios único, creador del mundo. En la mitología india se le unen Vishnú y Siva y forman con él la triada (trimurti). Brahma está también llamado Hiranyagarbha (salido de la matriz dorada) aludiéndose al huevo de oro.
[8] Brahma es el que está aquí designado con el nombre de Narayana; en los Puranas (antiguas leyendas), Narayana es generalmente uno de los nombres del Dios Vishnú.
[9] El día de Brahma, como más tarde se verá (est.72 de mismo Libro), equivale a 4,320,000,000 de años humanos de 360 días; la noche tiene semejante duración. Al día de Brahma se le llama Kalpa. Treinta de estos Kalpas forman un mes de Brahma; doce de estos meses, un año; el año de Brahma equivale, pues, a 3, 110, 400, 000,000 de años humanos.
[10] Por atmósfera debe entenderse aquí el espacio entre la tierra y el sol.
[11] Estas ocho regiones son los cuatro puntos cardinales y los cuatro puntos intermedios; los dioses los presiden.
[12] Es el alma del universo, la Paranatna.
[13] El Ahankara es la conciencia, más exactamente, lo que produce el yo ó el sentimiento del yo.
[14] Al Mahat se le llama también Buddhi (la inteligencia).
[15] Son las cualidades de bondad (Sattwa) de pasión (Rajas) y de oscuridad (Tamas) (Véase Lib. XII est.24).
[16] Los filósofos indios distinguen once órganos de los sentidos; diez externos y un interno. Entre los diez externos los cinco primeros llamados órganos de la inteligencia, con los ojos, las orejas, la nariz, la lengua y la piel; los otros cinco, llamados órganos de la acción, son el órgano de la palabra, las manos, los pies, el orificio interior del tubo intestinal y los órganos de la generación. El undécimo órgano, el interno, es el sentimiento (Manas) que participa de la inteligencia y de la acción. (Véase más adelante, Lib. II, est. 89 y sig.).
[17] Cinco Tanmatras, partículas sutiles, rudimentos ó átomos, producen los cinco grandes elementos; el éter, el aire, el fuego, el agua y la tierra.
[18] Los Tanmatras o rudimentos sutiles de los cinco elementos, transformándose, producen los elementos, y la conciencia produce los sentidos. (Comentario).
[19] Los cinco elementos son el éter, al aire, el fuego, el agua y la tierra. El éter no tiene sino una cualidad, el sonido; el aire tiene dos, el sonido y la tangibilidad; el fuego tiene tres, el sonido, la tangibilidad y el color; el agua tiene cuatro, el sonido, la tangibilidad, el color y el sabor; la tierra tiene cinco, que son las cuatro que acaban de anunciarse y, además, el olor.
[20] Sukshma, sutil, imperceptible.
[21] Literalmente, mulsit.
[22] Estas condiciones son: el deseo y la cólera, el amor apasionado y el odio, el hambre y la sed, la tristeza y la infatuación, etc.
[23] Ó bien que son susceptibles de transformarse en elementos groseros.
[24] Se verá, más adelante (est. 79,nota) que el período llamado Kalpa abraza los reinos de los catorce Manús. Según las ideas de los indios, el Manú actual es el séptimo y será seguido por otros siete Manús. De ellos se trata probablemente en esta estancia; el comentario parece indicarlo.
[25] Los Devas son genios que tienen por jefe a Indra, rey del cielo; se les llama Suras (véase el Ramayana, Lib. I cap. XVL), y Adityas de su madre Aditi, mujer de Kasyapa.
[26] Yakshas, servidores de Kuvera, Dios de las riquezas y guardianes de sus jardines y sus tesoros.
[27] Rakshasas, genios maléficos que parecen ser de varias clases: unos son gigantes enemigos de los Dioses, como Ravana en el poema épico del Ramayana; otros son especie de ogros ó vampiros, ávidos de sangre y de carne humana que frecuentan los bosques y los cementerios, como Hidimbha, en el curioso episodio del Mahabarata. Los Rakshasas viene continuamente a turbar los sacrificios de los piadosos ermitaños, quienes se ven obligados a llamar en su auxilio a príncipes célebres por su valor. Así en el Ramayana (Lib. I, cap. XX), el Muní Vaswamitra viene a implorar la ayuda de Rama, hijo del rey Dasaratha, y en el drama de Sukuntala (acto segundo y acto tercero) los ermitaños llaman en su auxilio al rey Dashmanta. El número de los Rakshasas es incalculable, y no cesa de renovarse, puesto que las almas criminales están a menudo condenadas a entrar en el cuerpo de un Rakshasa y a habitar allí más o menos tiempo, según la gravedad de su falta (Véase más adelante Lib.XII, est.44.).
[28] Pisachas, espíritus malvados, ebrios de sangre y que participan de la naturaleza de los Rakshasas, pero parecen serle inferiores.
[29] Gandharbas, músicos celestes que forman parte de la corte de Indra, rey del firmamento.
[30] Apsaras, cortesanas o bayaderas del cielo de Indra. Según los poetas, salieron de la mar mientras que los Devas y Asuras la batían con esperanza de obtener ambrosía (Amrita).
[31] Asuras, genios que están en perpetua hostilidad con los Devas. De estos Asuras, a unos se les llama Detyas, por su madre Detí, mujer de Kasyapa, hijo de Marichi; a los otros se les llama Danavas, por su madre Danú, mujer del mismo personaje. Los Asuras están representados en los poemas como enemigo de los Dioses (devas), con quienes están incesantemente en lucha y - cosa singular - los Dioses llaman a veces en su auxilio a un rey célebre por su valor. (Véase el drama de Sakuntala, acto sexto). Los Asuras son de un orden más elevado que el de los Rakshasas, y como ellos, enemigos de los Devas. (Véase más adelante, Lib. XII, est.48).
[32] No hay expresión que responda exactamente a la palabra nirghata; según la glosa el nyrghata es un ruido sobrenatural que se produce en la tierra y en el aire.
[33] Kinnaras, músicos que están al servicio de Kuvera, Dios de las riquezas y quién tiene cabeza de caballo.
[34] Es decir, haciendo nacer a tal ó cual ser entre los Dioses, en razón de sus actos.
[35] Véase más lejos, Libro XII, est.42.
[36] Los animales y los vegetales
[37] Un de los principios basicos de la doctrina hindu es la reencarnación. El alma pasa por diversos cuerpos hasta que haya merecido ser absorbida en Brahma (Véase el Libro XI).
[38] Literalmente, se duerme.
[39] Aunque no haya sueño para el alma suprema dotada de omnisciencia se le aplica aquí la ley general de la vida.
[40] Muni, nombre que se da a un santo varón piadoso é instruido que participa más ó menos de la naturaleza divina ó que se ha elevado por la penitencia por encima de la naturaleza humana.
[41] Vivaswata es el nombre patronímico del séptimo Manú y quiere decir hijo del sol (Vivaswat). Al hombre de Vivaswata se relaciona la historia del último diluvio, que relatan los poemas indios: -- el santo monarca Vaivarwata se entregaba a las más rigurosas austeridades. Un día que practicaba sus devociones en las riberas del Varini un pececito le dirigió la palabra para rogarle que lo sacara del río, en donde sería inevitablemente presa de los peces más grandes que él. Vaivaswata lo cogió y lo colocó en un vaso lleno de agua, en donde llegó a crecer de tal manera que el vaso no podía contenerlo, y Manú sé vió obligado a transportarlo sucesivamente a un lago, después al Ganges y, en fin, al mar, pues el pez continuaba creciendo. Cada vez que Manú lo cambiaba de lugar, el pez, por enorme que estuviera,
[42] Los Patris o Manes son los grandes antepasados del género humano (Véase mas arriba est.37) y los antepasados deificados de los hombres habitan en la luna.
[43] El mes lunar de los indios está dividido en dos partes: (pakshas) cada una de quince días lunares -Tithis. La quincena iluminada (sukla-paksha) concluye con el día de la luna llena y la quincena oscura (krishna-paksha) con el día de la luna nueva.
[44] Estas cuatro edades llamadas Prita, Treta, Dwapara y Kali han sido comparadas por W.Jones con las cuatro edades de los Griegos, la edad de hierro. Se verá más tarde que vueltas periódicas de estas cuatro edades son innumerables; según lo indios, han transcurrido las tres primeras edades del período actual y estamos ahora en el Kali-yaga que ha comenzado 3101 años antes de J.C.
[45] Constando el año divino de 360 años, 400 años divinos hacen 1,440,000 años humanos, 400 años divinos 144,000 años humanos, que, duplicados dan 200,000. El total del Kritayaga es pues de 1,728,000 años humanos de 360 días.
[46] Así la duración de la segunda edad, Treta-yuga es de 300 años divinos con dos crepúsculos cada uno de 300 años, lo que hace 1,296,000 años humanos; la duración del Dwaparayaga es de 2400 años divinos, comprendidos en dos crepúsculos, lo que da 864,000 años humanos; en fin, la duración del Kali-yaga es de 1200 años divinos, con los dos crepúsculos, lo que hace 432,000 años humanos.
[47] Estos 12,000 años corresponden a 4,320,000,000 de años humanos.
[48] Estas mil edades divinas equivalen a 4,320,000,000 de años humanos al término de los cuales ocurre el Pralaya, es decir, la disolución del mundo. Entonces comienza la noche de Brahma. Al fin del período de 100 años cada uno de los 360 Kalpas ó días de Brahma, ocurrirá el Maha-Pralaya, es decir, la destrucción general de universo; y el mismo Brahma cesará de existir. Han transcurrido cincuenta de estos años.
[49] Según el comentador, la palabra Manes puede significar aquí el principio intelectual (mahat).
[50] Estas 71 edades divinas forman 306,720,000 de años humanos, los que hay que agregar al período Sandhi situado al fin de cada Oanwantara, y que tiene la misma duración que un Satya-yaga, es decir 4,800 años divinos o 1,728,000 años humanos, lo que forma un total de 308,448,800 años. Catorce Manwantaras forman 4,318,272,000 de años, agregándoles un Sandhi de 1,728,000 de años de obtiene 4,320,000,000 de años, duración del día de Brahama. Cada Manwantara termina con un diluvio. Estamos ahora, según los indios en el primer día ó kalpa del primer mes del quincuagésimo primer año de la edad de Brahama y en la vigésima primera edad divina del séptimo Manwantara, el de Vevaswata; las tres primeras edades humanas de esta edad divina y cinco mil setecientos años aproximadamente del inicio de la edad Kali han transcurrido.
[51] Véase mas arriba, estancia 31.
[52] Brahama es el Ser supremo, el Dios único, eterno, principio y esencia del mundo, de donde salen todos los seres y a donde vuelven. La identificación con Brahama produce el moksha, es decir, la liberación de los lazos del cuerpo; el alma, en adelante, exenta de toda transmigración, es absorbida en la divinidad. La liberación fina está mirada como la felicidad suprema; es el objeto de los deseos de todo indio piadoso. Hay esta diferencia ente Brahama y Brahamá, que Brahama (nombre neutro) es el Eterno, el Ser supremo, y Brahamá (nombre masculino) es este mismo Dios, manifestándose como creador.
[53] Véase Lib. III, est.183 y sig.
[54] La Sruti es la Escritura Santa, el Veda; la Smriti, la ley declarada por los legisladores inspirados a sus alumnos y recogida por estos últimos. Véase Lib.II est.10.
[55] La Sraddha es una ceremonia religiosa que tiene por objeto facilitar a las almas de los muertos el acceso del cielo y deificarlos en cierto modo ente los Manes. Si los hombres dejaran de hacer Sraddhas, las almas de sus antepasados se verían precipitadas de la mansión de los Manes al infierno.

LIBRO SEGUNDO


1. Aprended cuáles son los deberes observados por los hombres virtuosos, sabios en el Veda, y siempre inaccesibles al odio como al amor apasionado; deberes que están grabados en los corazones como los medios de alcanzar la beatitud.
2. El amor a sí mismo[1] no es digno de elogio; no obstante, nada en este mundo está exento de él; en efecto, el estudio de la Santa Escritura tiene por motivo el amor a sí propio lo mismo que la práctica de los actos que prescriben los libros sagrados.
3. De la esperanza de un provecho nace la diligencia; los sacrificios tienen por móvil la esperanza; está reconocido que las prácticas de devoción austera, la observancia piadosa, provienen de la esperanza de recompensa.
4. No se ve jamás aquí abajo acto alguno realizado por un hombre que no tenga deseo de él; en efecto, haga lo que quiera, el deseo es su solo motivo.
5. Cumpliendo perfectamente los deberes prescritos, sin tener por móvil la espera de recompensa, el hombre alcanza la inmortalidad[2], y en este mundo goza del cumplimiento de todos los deseos que su espíritu ha podido concebir.
6. La ley tiene por bases el Veda entero, las prescripciones y las prácticas morales de los que lo poseen, las costumbres inmemoriales de las gentes de bien y, en los casos sujetos á duda, la satisfacción interior.
7. Cualquiera que sea el deber impuesto por Manú a tal ó cual individuo, tal deber está completamente declarado en la Santa Escritura pues Manú posee toda la ciencia divina.
8. El sabio, después de haber examinado enteramente este sistema completo de leyes con la mirada del saber piadoso, debe, reconociendo la autoridad de la Revelación, encerrarse en su deber.
9. En verdad, el hombre que se conforme a las reglas prescritas por la Revelación (Sruti) y por la Tradición (Smiviti), adquiere gloria en este mundo y felicidad perfecta en el otro.
10. Es preciso saber que la Revelación es el Libro Santo (Veda) y la Tradición, el Código de Leyes (Dharma-Sastra); una y otra no deben ser discutidas en ningún punto, pues el sistema de los deberes procede enteramente de ellas.
12. El Veda, la Tradición, las buenas costumbres y el contento propio, están declarados por los sabios como las cuatro fuentes del sistema de deberes.
13. El conocimiento del deber les basta a los que no está apegados a la riqueza ni a los placeres; y para los que tratan de conocer el deber con miras interesadas, la autoridad suprema es la Revelación divina.
14. Pero cuando la revelación divina presenta dos preceptos, contradictorios o en apariencia, los dos están reconocidos como leyes, y ambas leyes han sido declaradas perfectamente válidas por los sabios.
15. Por ejemplo, se dice en los Libros Sagrados que el sacrificio debe celebrarse después de la salida del sol, antes de su salida, cuando no se ve el sol ni las estrellas; en consecuencia, el sacrificio puede tener lugar en uno ú otro de estos momentos.
16. A aquel para quien se celebran todas las ceremonias con las plegarias usuales desde la ceremonia de la concepción hasta la traslación al cementerio, se le debe reconocer el privilegio de leer este código; lo que ningún otro puede tener[3].
17. Entre los dos ríos divinos de Saraswati[4] y de Drishadwati[5], se halla encerrado un espacio; esta comarca, digna de los Dioses, han recibido el nombre de Brahmawarta.
18. La costumbre perpetuada en este país, por la tradición inmemorial, entre las clases primitivas y las clases mezcladas, está declarada buena costumbre.
19. Kurukshetra[6], Matsya, Panthala ó Kanyakubja[7], Surasenaka ó Mathura[8], forman la comarca denominada Bramarshi, vecina a la de Brahamarvata.
20. De labios de un Bramána, nacido en este país, todos los hombres, sobre la tierra deben aprender sus reglas de conducta especiales.
21. La región situada entre los montes Himavat[9] y Vindya[10], al Este de Vinasana[11] y al Oeste de Prayaga[12], es llamado Makhyadesa (país del medio).
22. Desde el mar oriental hasta el mar occidental, el espacio comprendido entre estas dos montañas está designado por los sabios con el nombre de Aryavarta (mansión de los hombres honrados).
23. Todo lugar en que se encuentra naturalmente la gacela negra, está reconocido como conveniente para el cumplimiento del sacrificio, no sucede lo mismo con el país de los Mlechhas[13].
24. Los que pertenecen a las tres primeras clases deben tener sumo cuidado en establecerse en los lugares que acaban de ser designados; pero un Sudra, si tiene dificultad de procurarse sustento, puede habitar en cualquier sitio.
25. El origen de la ley y la producción de este universo os han sido expuestos sumariamente; Aprended ahora las leyes que conciernen a las clases.
26. Con los ritos propicios ordenados por el Veda deben cumplirse los sacramentos (Sanskaras)[14], que purifican el cuerpo de los Duijas[15]; el de la concepción y los otros, que quitan todos impurezas en este mundo y el otro.
27. Por ofrendas al fuego para la purificación del feto, por la ceremonia efectuada al nacer, por la de la tonsura y por la de la investidura del cordón sagrado, todas las manchas que el contacto de la simiente ó de la matriz ha podido imprimir a los Duijas se borran enteramente.
28. El estudio del Veda, las prácticas piadosas, las oblaciones al fuego, el acto de la devoción del Traividya, las ofrendas a los Dioses y a los Manes durante el noviciado, la procreación de los hijos, las cinco grandes obligaciones y los sacrificios solemnes, preparan el cuerpo a la absorción en el ser divino.
29. Antes del corte del condón umbilical, está prescrita una ceremonia para el nacimiento del niño; debe hacérsele probar miel y mantequilla clarificada en una cuchara de oro[16], recitando palabras sagradas.
30. Que el padre cumpla, ó si está ausente, haga cumplir, la ceremonia de dar nombre al niño el décimo o duodécimo día después del nacimiento ó en un día lunar propicio, en un momento favorable, bajo una estrella de feliz influencia.
31. Que el hombre de un Bramána, por la primera de las dos palabras de que se compone, exprese el favor propicio; el de un Kshatrya la potencia; el de un Vaiysia, la riqueza; el de un Sudra, la objeción.
32. El nombre de un Bramána por su segunda palabra debe indicar la felicidad; el de un guerrero, la protección, el de un mercader, la liberalidad; el de un Sudra, la independencia.
33. Que el de una mujer sea fácil de pronunciar, dulce, claro, agradable, propicio; que termine por vocales largas y se asemeje a palabras de bendición.
34. Al cuarto mes es preciso hacer salir al niño de la casa en que ha nacido para hacerle ver el sol; al sexto mes darle a comer arroz ó seguir el uso adoptado como mes favorable.
35. La ceremonia de la tonsura[17] para todos los Duijas debe hacerse conforme la ley, durante el primer ó tercer año, según el mandamiento de la Santa Escritura.
36. Que se haga la iniciación[18] de un Bramána en el octavo año a partir de la concepción; la de un Kshatrya en el undécimo; la de un Vaisya en el duodécimo.
37. Para un Bramána que aspire al brillo que da la ciencia divina[19], esta ceremonia puede realizarse en el quinto año; para un Kshatrya ambicioso, en el sexto; para un Vaisya deseosos de entregarse a los asuntos comerciales en el octavo.
38. Hasta el vigésimo sexto año para un Bramána; hasta el Vigésimo segundo para un Kshatrya; hasta el vigésimo cuarto para un Vaisya, no ha pasado el tiempo de recibir la investidura santificada por la Savitri.
39. Pero más allá de este término, los jóvenes de estas tres clases que no han recibido este sacramento en tiempo oportuno, indignos de la iniciación, excomulgados (Vratyas), están expuestos al desprecio de las gentes de bien.
40. Con estos hombres que no han sido purificados según las reglas prescritas, un Bramána, aún en caso de miseria, no contrae jamás relación alguna el estudio de la Escritura Santa, ni alianza de familia.
41. Los estudiantes en teología (Brahmacharis)[20] deben llevar como manto[21] pieles de gacela negra, de ciervo y de macho cabrío; y como túnicas, tejidos de cáñamo[22], de lino[23] y de lana en el orden directo de clases[24].
42. El cinturón de un Bramána debe ser de munja[25], compuesto de tres cuerdas iguales y dulce al tacto; el de un Chatvia debe ser una cuerda de arco hecha de murva[26] el de Vaisya de tres hilos de cáñamo.
43. A falta de muja y de las otras plantas, que los cinturones sean hechos respectivamente de husas[27], de asmatante[28] y de valwaja[29], en tres cuerdas con un solo nudo, ó sea con tres ó cinco, siguiendo los usos de la familia.
44. Es necesario que el cordón sagrado que se lleva sobre la parte superior del cuerpo, sea de algodón y con tres hilos para un Brahmán; que el de un Kshatrya sea de hilo de cáñamo; el de un Vaisya de lana hilada.
45. Un Bramána debe llevar, según la ley, un bastón de vilva[30] ó de palasa[31]; el de un guerrero debe ser de vata[32] ó de khadira[33]; el de un mercader, de filú[34] ó de udumhara[35].
46. Que el bastón de un Bramána sea de largo que alcance hasta sus cabellos, que el de un Kshatrya se eleve hasta su frente; el de un Vaisya a la altura de su nariz.
47. Estos bastones deben ser todos derechos, intactos, agradables a la vista, sin tener nada que espante, revestidos de su corteza y no sometidos al fuego.
48. Habiéndose provisto del bastón deseado, después de haberse colocado frente a sol y haber dado la vuelta al fuego caminado de izquierda a derecha[36], que el novicio vaya a mendigar su subsistencia, según la regla.
49. El iniciado[37] que pertenezca a la primera de las tres clases regeneradas, debe, al pedir limosna a una mujer[38], comenzar se demanda por la palabra "señora"; el discípulo que pertenezca a la clase militar debe colocar esta palabra al medio de la frase y el Vaisya al fin.
50. Debe pedir primero su subsistencia a su madre, a su hermana o a la hermana de su madre, o a toda otra mujer que no lo pueda desairar.
51. Después de haber recogido así su alimento en suficiente cantidad y haberla mostrado a su director (Gurú) sin superchería, habiéndose purificado lavándose la boca, que tome su comida, con la mirada vuelta al oriente.
52. El que come mirando al oriente prolonga su vida; mirando al mediodía, adquiere la gloria; volviéndose al occidente, alcanza la felicidad, dirigiéndose hacia el norte, obtiene las recompensas de la verdad.
53. El Duija, después de haber hecho su ablución, debe tomar siempre su alimento en perfecto recogimiento; acabada su comida, debe lavarse la boca de modo conveniente y regar con agua las seis partes huecas de su cabeza: sus ojos, sus orejas y sus narices.
54. Que siempre honre su alimento y lo coma sin disgusto; que viéndolo, se regocije, se consuele cuando tiene pena y haga votos por tener siempre parecido caudal.
55. En efecto, un alimento constantemente reverenciado da la fuerza muscular y la energía viril; cuando se le toma sin honrarle, destruye ambas ventajas.
56. Que evite dar sus restos a nadie, de comer en el intervalo de sus dos comidas de la mañana, de la tarde, de tomar demasiada cantidad de alimento, de ir a cualquier parte después de su comida, sin haberse lavado antes la boca.
57. Comer demasiado daña a la salud, a la duración de la existencia, a la felicidad futura en el cielo[39], causa impureza, merece censura en este mundo; es preciso, pues, abstenerse de ello cuidadosamente.
58. Que el Bramána haga siempre la ablución con la parte pura de su mano consagrada al Veda, o con la que deriva su nombre del señor de las criaturas, ó con la que está consagrada a los dioses; pero jamás con la parte cuyo nombre deriva de los Manes (Patris).
59. Se llama parte consagrada al Veda la que está situada en la raíz del pulgar, la parte del Creador está en la raíz del dedo meñique; la de los dioses está en el extremo de los dedos; la de los Manes ente el pulgar y el índice.
60. Que primero tome agua tres veces consecutivas, en tanta cantidad como pueda contener la cavidad de su mano; que se enjuague enseguida dos veces la boca con la base de su pulgar; y, en fin, que moje con agua las cavidades arriba mencionadas[40], su pecho y su cabeza.
61. Quien conoce la ley y quien busca la pureza debe siempre hacer su ablución con la parte pura de su mano, sirviéndose de agua que no sean ni calientes ni espumosas, permaneciendo en un lugar apartado, con el semblante vuelto al oriente ó al norte.
62. Un Bramána se purifica con el agua que baja hasta su pecho; un Kshatrya con la que pasa por su garganta; un Vaisya con la que introduce en la boca; un Sudra con la que toca con la extremidad de la lengua y de los labios.
63. Un Duija tiene por nombre Upaviti cuando está levantada su mano derecha, el cordón sagrado ó su vestido está atado sobre el hombro izquierdo y pasa bajo el hombro derecho; se dice que es Prachinaviti cuando está levantada su mano izquierda y el cordón, fijado sobre el hombro derecho, pasa bajo el hombro izquierdo; es llamado Niviti cuando el cordón está atado a su cuello.
64. Cuando su cinturón, la piel que le sirve de manto, su bastón, su cordón, su aguamanil[41], están en mal estado, debe arrojarlos al agua y procurarse otros que estén benditos con plegarias.
65. La ceremonia del Késanta[42], está fijada para el año decimosexto, a partir de la concepción, tratándose de un Bramána; para el vigésimo segundo, en la clase militar; en cuando a la clase comerciante, aquella tiene lugar dos años más tarde.
66. Las mismas ceremonias, pero sin las plegarias (Mantras) deben celebrar las mujeres en el tiempo y en el orden establecidos, a fin de purificar sus cuerpos.
67. Está reconocido por los legisladores que la ceremonia de matrimonio, reemplazara en las mujeres, al sacramento de la iniciación que el Veda prescribe; el celo de ellas para servir a sus esposos les equivale a la estadía junto a un director espiritual y el cuidado de sus moradas, al mantenimiento del fuego sagrado.
68. Tal es, como lo he declarado, la ley de la iniciación de los Duijas, iniciación que es el signo de su renacimiento y los santifica; aprended ahora a qué deberes deben sujetarse.
69. Que el maestro espiritual (Gurú), después de haber iniciado a su discípulo con la investidura del cordón sagrado, le enseñe primero las reglas de la pureza, las buenas costumbres, el mandamiento del fuego sagrado y los deberes piadosos de la mañana, del mediodía y de la tarde[43].
70. en el momento de estudiar, el joven novicio, habiendo hecho una ablución conforme a la ley, con la cabeza vuelta al norte, debe dirigir su homenaje respetuoso[44] al Libro santo y recibir su lección estando cubierto de un vestido puro y habiendo dominado sus sentidos.
71. Que comenzando y terminando la lectura del Veda toque con respeto a los pies de su director (Gurú); que lea con las manos juntas, pues tal es el homenaje debido a la Santa Escritura.
72. Debe tocar los pies de su padre espiritual, cruzando las manos, de manera que ponga la mano izquierda sobre el pie izquierdo y la mano derecha sobre el pie derecho.
73. Que en el momento de ponerse a leer, el director, siempre atento, le diga: "Hola, Estudia"; y que lo detenga enseguida diciéndole: "Repósate".
74. Que pronuncie siempre el monosílabo sagrado al comienzo y al fin del estudio de la Santa Escritura; toda lectura que no está precedida de AUM[45] se borra poco a poco, y lo que no está seguida de esta voz, no deja huellas en el espíritu.
75. Sentado sobre tallos de kusha[46] cuya cima esté dirigida hacia el oriente y purificado por esta hierva santa que conserva en sus manos, purificado de toda mancha por tres supresiones de aliento, cada una de la duración de tres vocales breves, que pronuncie entonces el monosílabo AUM.
76. La letra A, la letra U, y la letra M, que con su reunión, forman el monosílabo sagrado, han sido sacadas de los tres libros santos por Brahama, el señor de las criaturas, así como las tres grandes palabras BHUR, BHUVAH, SUAHA[47].
77. De los tres Vedas, el Altísimo (Parameshthi)[48] el señor de las criaturas ha sacado también, estancia (pada) por estancia, esta invocación llamada SAVITRI[49] que comienza por la palabra TAD.
78. Recitado en voz baja[50], mañana y tarde, el monosílabo y esta plegaria de la Savitrí, precedido de las tres palabras (Vyahvitis) Bhur, Bhuvah, Swah, todo Bramána que conoce perfectamente los libros sagrados obtiene la santidad que el Veda procura.
79. Repitiendo mil veces en un lugar apartado esta triple invocación, compuesta del monosílabo místico, de las tres palabras y de la plegaria, un Duija se descarga en un mes, aún de una gran falta, como una serpiente de su piel.
80. Todo miembro de las clases sacerdotal, militar y comerciante que descuida esta plegaria y que no cumple en tiempo conveniente con sus deberes piadosos, está expuesto al desprecio de las gentes de bien.
81. Las tres grandes palabras inalterables, precedidas del monosílabo AUM, y seguidas de la Savitrí, que se compone de tres estancias (padas) deben estar reconocidas como la parte principal del Veda ó como el medio de obtener la beatitud interna.
82. El que, durante tres años, repite todos los días sin falta esta plegaria irá a hallar a la Divinidad suprema (Brahma) tan ligero como el viento, revestido de inmortal forma.
83. El monosílabo místico es el Dios supremo; las supresiones del aliento, durante las cuales se recita el monosílabo, las tres palabras y la Savatrí entera, son la más perfecta austeridad piadosa; nada está por encima de la Savitrí; la declaración de la verdad es preferible al silencio.
84. Todos los actos piadosos prescritos por el Veda tales como las oblaciones al fuego y los sacrificios, pasan sin resultado; pero el monosílabo es inalterable; es el símbolo de Brahma, el señor de las criaturas.
85. La ofrenda que consiste en la plegaria hecha en voz baja, y compuesta del monosílabo, de las tres palabras y de la Savitrí, es diez veces preferible al sacrificio regular(1); cuando se recita la plegaria de modo que no puede ser oída, vale cien veces más; hecha mentalmente, tiene mil veces más mérito.
86. Las cuatro obligaciones domésticas, reunidas al sacrificio regular, no equivalen a la sexta parte de la ofrenda, que no consiste sino en la plegaria en voz baja.
87. Por la plegaria en voz baja, un Bramána puede, sin duda alguna, alcanzar la beatitud, haga ó no haga cualquier otro acto piadoso; siendo amigo (Maitra) de las criaturas, a las cuales no hace mal alguno, aún cuando la ley lo autoriza a ello, puesto que no ofrece sacrificios, se dice justamente que está unido a Brahma.
88. Cuando los órganos de los sentidos se encuentran en relación con objetos atrayentes, el hombre experimentado debe hacer todo esfuerzo para dominarlos, lo mismo que un jinete para contener a sus caballos.
89. Estos órganos, fijados por los antiguos sabios en número de once, voy a enumerarlos en el orden conveniente, a saber:
90. Las orejas, la piel, los ojos, la lengua y, en quinto lugar la nariz; el orificio interior del tubo intestinal, los miembros de la generación, la mano, el pie y el órgano de la palabra que está reconocido que el décimo.
91. Los cinco primeros, las orejas y los que le siguen, están llamados órganos de la inteligencia, y los cinco que quedan, de los cuales el primero es el orificio del tubo intestinal, están llamados órganos de la acción.
92. Es preciso reconocer un undécimo; el sentimiento (Manas) que por su naturaleza participa de la inteligencia y de la acción; cuando está dominado, las dos clases de precedentes, compuesta cada una de cinco órganos, están sometidas igualmente.
93. Entregándose a la inclinación de los órganos, a la sensualidad, no se puede dejar de incurrir en falta; pero imponiéndoles un freno, se llega a la suprema felicidad.
94. Ciertamente, el deseo jamás se satisface con el goce del objeto deseado; semejante al fuego en que se esparce mantequilla clarificada, sólo se enciende más vivamente.
95. Comparad a aquel que goza de todos estos placeres de los sentidos con el que renuncia enteramente a ellos; el último es muy superior, pues el abandono completo de todos los deseos es preferible a su realización.
96. No solamente se pueden someter estos órganos dispuestos a la sensualidad, evitando el halagarnos, sino antes bien dedicándose con perseverancia al estudio de la ciencia sagrada.
97. Los Vedas, la caridad, los sacrificios, las prácticas piadosas, las austeridades, no pueden conducir a la felicidad a aquel cuya naturaleza está enteramente corrompida.
98. Al hombre que oye, que toca, que ve, que come, que siente cosas que pueden agradarle ó repugnarle, sin experimentar gozo ni pena, debe considerársele como un ser que ha domado los órganos.
99. Que si uno solo de estos órganos llega a escaparse, la ciencia divina del hombre se escapa al mismo tiempo, del propio modo el agua se escapa por un hueco de la base de un odre.
100. Después de haberse hecho dueño de todos sus órganos, y después de haber sometido el sentido interno, el hombre debe ocuparse de sus asuntos sin macerar su cuerpo con la devoción.
101. Durante el crepúsculo de la mañana, que permanezca en pie, repitiendo en voz baja la Savitrí hasta el amanecer; y en la tarde, a la hora del crepúsculo, que la recite sentado hasta el momento en que aparecen claramente las estrellas.
102. Haciendo su oración en la mañana, en pie, borra todo pecado que haya podido cometer durante la noche sin saberlo; y recitándola en la tarde, sentado, destruye toda mancha recibida a pesar suyo durante el día.
103. Pero quien no hace su oración en la mañana y no la repite estando sentado, en la tarde, debe ser excluido como un Sudra de todo acto particular a las tres clases regeneradas.
104. Cuándo un Duija no puede entregarse al estudio de los Libros sagrados, habiéndose retirado a un bosque, cerca de un agua pura, imponiendo un freno a sus órganos y observando con exactitud la regla diaria que consiste en la plegaria, debe repetir la Savitrí con el monosílabo Aum y las tres palabras Bhur, Bhuvah, Suahah, en perfecto recogimiento.
105. Para el estudio de los Libros accesorios (Vedangas)[51], para la oración indispensable de todos los días, no hay que observar las reglas de la suspensión[52] como tampoco para las fórmulas sagradas que acompañan la ofrenda al fuego.
106. El recitado de la oración cotidiana no se puede suspender, pues está llamado la oblación de la Santa Escritura (Brahmasatha), este sacrificio en que el Veda sirve de ofrenda es siempre meritorio. Aún cuando se le haga en un momento en que debe ser interrumpida la lectura de los Libros Sagrados.
107. La oración en voz baja, repetida durante un año entero por un hombre dueño de sus órganos y siempre puro, eleva sus ofrendas de leche, de requesón, de mantequilla clarificada y de miel hacia los Dioses y los Manes, a los cuales ellas están destinadas y que le conceden la realización de sus deseos.
108. El Duija que ha sido iniciado con la investidura del cordón sagrado debe alimentar al fuego sagrado tarde y mañana, mendigar su subsistencia, sentarse en un lecho muy bajo y complacer a su director hasta el fin de su noviciado.
109. El hijo de un institutor, un discípulo asiduo y dócil, el que puede comunicar otra ciencia, el que es justo, el que es puro, el que es abnegado, el que es poderoso, el que es liberal, el que es virtuoso, el que está aliado por la sangre, tales son los diez jóvenes que pueden legalmente ser admitidos a estudiar el Veda.
110. el hombre sensato no debe hablar sin que se le interrogue ó responder a una pregunta inoportuna; debe entonces aún cuando sabe lo que se le pregunta, conducirse en el mundo cono si fuera mudo.
111. De dos personas de las cuales una responde inoportunamente a una pregunta hecha inoportunamente por la otra, la una morirá o merecerá el odio.
112. Donde no se encuentren la virtud ni la riqueza ni el celo, ni la sumisión convenientes para estudiar el Veda, no debe sembrarse la santa doctrina, lo mismo que una buena semilla en un terrero estéril.
113. Vale más, para un intérprete de la Santa Escritura, morir con su ciencia, aún cuando se encuentra en una espantosa miseria, que sembrarla en suelo ingrato.
114. La ciencia divina, abordando a un Bramána le dijo: "Soy yo tu tesoro, consérvame, no me es común que sea a un detractor; con este medio siempre estaré llena de fuerza;
115. Pero cuando encuentres a un alumno (Bramachari) perfectamente puro y dueño de sus sentidos, hazme conocer a este Duija, como a un vigilante guardián de tal tesoro>.
116. Quien adquiere por el estudio, sin haber por el estudio, sin haber recibido permiso, el conocimiento de la Santa Escritura, es culpable de robo de textos sagrados y desciende a la morada infernal (Naraka).
117. Quienquiera que sea aquél por cuyo auxilio adquiere un estudiante al saber concerniente a los asuntos del mundo, el sentido de los Libros sagrados ó el conocimiento del Ser supremo, debe inclinarse antes que todo ante tal maestro.
118. Un Bramána, cuya ciencia toda consiste en la Savitrí, pero que reprime perfectamente sus pasiones, es preferible a quien no tiene sobre sí imperio alguno, que come de todo, vende todo, aunque conozca los tres Libros santos.
119. No debe uno instalarse sobre un lecho ó sobre un asiento al mismo tiempo que su superior; y cuando se está acostado ó sentado, es preciso levantarse para saludarlo.
120. Los espíritus vitales de un joven parecen estar a punto de exhalarse al acercarse un anciano; los retiene levantándose para saludarlo.
121. Quien tiene el hábito de saludar a las gentes avanzadas en edad y tiene constantemente consideraciones para con ellos, ve acrecentarse estas cuatro cosas: la duración de su existencia, su saber, su renombre y su fuerza.
122. Después de la fórmula de salud, el Bramána que aborda a un hombre de más edad que él, debe pronuncias su propio nombre diciendo: "Soy fulano".
123. A las personas que por ignorancia de la lengua sánscrita no conocen el significado del saludo acompañado de la declaración del nombre, el hombre instruido debe decirles: "Soy yo" y lo mismo a todas las mujeres[53].
124. Saludando debe pronunciar, después de su nombre, la interjección "¡oh!", pues los santos consideran que "¡oh!"[54] tiene la propiedad de representar el nombre de las personas a las que uno se dirige.
125. Ojalá puedas vivir largo tiempo, oh digno hombre!. Es así como debe responderse al saludo de un Bramána, y la vocal del fin de su nombre, con la consonante que precede debe ser prolongada de modo que ocupe tres tiempos.
126. El Bramána que no conoce el modo de responder a un saludo, no merece ser saludado por un hombre recomendable por su saber; es comparable con un Sudra.
127. es preciso preguntar a un Bramána, al abordarlo, si su devoción prospera; a un Kshatrya, si esta bien de salud, a un Vaisya, se le va bien en su comercio; a un Sudra, si no esta enfermo.
128. Quien acaba de hacer un sacrificio solemne, por joven que sea, no debe ser llamado por su nombre; si no que quien conozca la ley se sirva, para dirigirle la palabra de la interjección "¡oh!" o del vocablo "¡señor!".
129. Hablando de la esposa de otro ó a una mujer que no le esta aliada por la sangre, debe decir: "señora" ó "buena hermana".
130. A sus tíos maternos y paternos, al padre de su mujer, a sacerdotes oficiantes (Ritwidjs), a maestros espirituales (Gurús) cuando son más jóvenes que él, debe decir levantándose "Soy yo".
131. La hermana de su madre, la mujer de su tío materno, la madre de su mujer y la hermana de su padre tienen derecho a los mismos respetos que la mujer de su maestro espiritual y le son iguales.
132. Debe prosternarse todos los días a los pies de la esposa de su hermano, si ella es de la misma clase que él y de más edad; pero sólo al regreso de un viaje debe ir a saludar a sus parientes paternos y maternos.
133. Con la hermana de su padre ó de su madre y con su hermana mayor, debe observar la misma conducta que con su madre; no obstante, su madre es más venerable que ellas.
134. La igualdad no desaparece ente ciudadanos de una ciudad por una diferencia de diez años de edad; entre artistas por cinco años de diferencia en la edad; entre artistas por cinco años de diferencia de edad; entre Brahmanes, versados en el Veda, por una diferencia de tres años: la igualdad sólo existe poco tiempo entre los miembros de una misma familia.
135. Un Bramána de diez años de edad, y un Kshatrya llegado a la edad de cien años, deben ser considerados como padre é hijo; y de los dos, el Brahmán es el padre y debe ser respetado como tal.
136. La riqueza, el parentesco, la edad, los actos religiosos, y en quinto lugar, la ciencia divina, son títulos al respeto; los últimos, por grados, son más recomendables que los que preceden.
137. Todo hombre de las tres primeras clases, en quien se nota en mayor número las más importantes de las cinco cualidades honorables, tiene mayores derechos al respecto; y aun un Sudra, si ha comenzado la décima década de su edad.
138. Debe cederse el paso a un hombre que esta en carro, a un anciano más que nonagenario, a un enfermo, a un hombre que lleva una carga, a una mujer, a un Bramána que haya terminado sus estudios, a un Kshatrya, a un hombre que va a casarse.
139. Pero entre estas personas, si se encuentran reunidas al mismo tiempo, el Bramána que ha terminado su noviciado y el Kshatrya deben ser honrados de preferencia; y de estos dos últimos, el Bracmán debe ser tratado con más respeto que el Kshatrya.
140. El Bramána que después de haber iniciado a sus discípulos, le hace conocer el Veda con la regla del sacrificio y la parte misteriosa llamada Upanishad[55], está designado por los sabios con el nombre de institutor (Acharya).
141. El que para ganar su subsistencia, enseña uno sola parte del Veda ó las ciencias accesorias (Vedangas) está llamado subpreceptor (Upadhayaya).
142. El Bramána ó el mismo padre que cumple según la regla la ceremonia de la concepción y las otras, y que primero da al niño arroz para su alimento, está llamado director (Gurú)[56]
143. El que está adjunto al servicio de alguien para alimentar el fuego sagrado, hacer las oblaciones domésticas, la Añishtoma y los otros sacrificios, está llamado aquí (en este código) el capellán (Rtwij) de quien lo emplea.
144. El que, con palabras de verdad, hace penetrar en los oídos la Santa Escritura, debe ser mirado como un padre, como una madre, su alumno no debe nunca causarle aflicción alguna.
145. Un institutor (i) es más venerable que diez sub-preceptores; un padre más que cien instructores; una madre, más venerable que mil padres.
146. Entre quien da el ser y quien comunica los libros sagrados, el padre más respetable es el que da la santa doctrina; pues el nacimiento espiritual que consiste en el sacramento de la iniciación y que introduce al estudio del Veda, es, para el Duija, eterno en este mundo y en el otro.
147. Cuando un padre y una madre, uniéndose por amor, dan el ser a un niño, este nacimiento no debe ser considerado sino como puramente humano, puesto que el niño se forma en la matriz.
149. Cuando un institutor procura cualquier ventaja a un discípulo, sea esta ligera ó considerable, por la comunicación del texto revelado, sépase que está considerado en este código como su padre espiritual (Gurú) a causa del beneficio de la santa doctrina.
150. El Bramána autor del nacimiento espiritual, u que enseña el deber, está mirando como el padre de un hombre de edad, según la ley, aún cuando sea niño todavía.
151. Kavi, hijo de Augiras, joven todavía, hizo estudiar la Escritura santa a sus tíos paternos y a sus primos; "¡niños!" se les decía, pues su saber le da sobre ellos la autoridad de un maestro.
152. Llenos de resentimiento fueron a preguntar a los Dioses la causa de esta palabra y los Dioses, habiéndose reunido, les dijeron: "El niño ha hablado correctamente".
153. En efecto, el ignorante es un niño; el que enseña la doctrina sagrada es un padre, pues los sabios han dado el nombre de niño al hombre iletrado y el de padre al preceptor.
154. No son los años, ni los cabellos blancos, ni las riquezas, ni lo parientes, lo que constituye la grandeza; los Santos han establecido esta ley: "El que conoce los Vedas y los Angas es grande entre nosotros".
155. La preeminencia está regulada por el saber entre los Brahmanes, por el valor ente los Kshatryas, por las riquezas en granos y otras mercaderías entre los Vaisyas, por la prioridad de nacimiento entre los Sudras.
156. Un hombre no es viejo porque encanezca su cabeza; pero aquel que todavía joven, la leído ya la Santa Escritura, está mirado por los Dioses como un hombre entrado sus años.
157. Un Bramána que no ha estudiado los Libros sagrados, es comparable a un elefante de los bosques y a un ciervo deseado; los tres no llevan sino un vano nombre.
158. Así como la unión de un eunuco con mujeres es estéril, como una vaca es estéril con otra vaca, como el don hecho a un ignorante no produce fruto, así también un Bramána que no ha leído los Vedas no recoge frutos que consigue el cumplimiento de los deberes prescritos por la Sruti y la Surviti.
159. Toda instrucción que tiene por objeto el bien debe ser comunicada sin maltratar a los discípulos y el maestro que desee ser justo debe emplear palabras dulces y agradables.
160. Aquel cuyo lenguaje y espíritu son puros y perfectamente medidos en toda circunstancia, recoge todas las ventajas unidas al conocimiento del Vedanta[57].
161. no debe mostrarse jamás mal humor aunque se esté afligido, ni tratar de dañar a nadie, ni siquiera concebir la idea de ello; no se debe proferir palabra que pudiera herir a alguien y que cerraría la entrada al cielo a quien la hubiera pronunciado.
162. Que el Bramána tema constantemente a todo honor mundano como a veneno y que siempre desee el desprecio al igual de la ambrosía[58].
163. En efecto, aunque despreciado, se duerme y se despierta apaciblemente; vive feliz en este mundo, mientras que el hombre desdeñoso no tarde en perecer.
164. El Duija cuya alma ha sido purificada por la sucesión regular de las ceremonias mencionadas[59] debe, mientras permanece con su maestro espiritual, estregarse gradualmente a las prácticas piadosas que preparan al estudio de los Libros sagrados.
165. Después de haberse sometido a las diferentes prácticas de devoción, así como a las observancias piadosas que prescriben la ley, el Duija debe dedicarse a la lectura del Veda entero y de los tratados ministeriosos[60].
166. Que el Bramána que quiere entregarse a las austeridades se aplique sin cesar al estudio del Veda, pues el estudio de la Escritura Santa está reconocido en este mundo como el acto de devoción más importante para un Bramána.
167. En verdad, somete su cuerpo[61] a las austeridades más meritorias, aun cuando lleva una guirnalda, el Duija que se dedica cada día con todo tesón a la lectura de los Libros sagrados.
168. El Duija que, sin haber estudiado el Veda, se entrega a otra ocupación, se ve rebajado pronto, durante su vida, a la condición de Sudra, lo mismo que todos sus descendientes.
169. El primer nacimiento del hombre regenerado (Duija) ocurre en el vientre de su madre; el segundo, cuando la investidura del cinturón y del cordón, el tercero al celebrarse el sacrificio; tal es la declaración del Texto revelado.
170. De los tres nacimientos, en aquel que lo introduce al conocimiento de la Santa Escritura y que se distingue por el cinturón y el cordón que se atan, la Savitrí[62] es su madre y el institutor su padre.
171. El institutor (Acharya) está llamado padre suyo por los legisladores, porque le enseña el Veda pues no se permite acto piadoso alguno a un joven antes que haya recibido el cinturón y el cordón sagrado.
172. Hasta entonces, que se abstenga de pronunciar fórmula sagrada alguna, excepto la exclamación Swandía, dirigida a los Manes durante el servicio fúnebre, pues no difiere de un Sudra hasta el momento en que es regenerado por el Veda.
173. Cuando ha recibido la iniciación se exige de él que se someta a las reglas establecidas y que estudie por orden la Santa Escritura, observando antes los usos instituidos.
174. El manto de piel, el cordón, el cinturón, el bastón, el vestido, determinados para cada estudiante según la clase[63], deben renovarse en ciertas prácticas religiosas.
175. Que el novicio que permanece en casa de su director, sé conforme a las observancias piadosas que sometiendo todos sus órganos, a fin de aumentar su devoción.
176. Que todos los días después de haberse bañado, cuando está bien puro, haga una libación[64] de agua fresca a los Dioses, a los Santos y a los Manes; que honre a las Divinidades y alimente el fuego sagrado.
177. Que se abstenga de miel, de carne, de perfumes, de guirnaldas, de jugos sabrosos extraídos de los vegetales, de mujeres, de toda sustancia dulce tornada ácida, de malos tratamientos para con los seres animados.
178. De substancias untuosas para su cuerpo, de colirio para sus ojos, de llevar zapatos y un parasol: que se abstenga de los deseos sensuales, de cólera, de cupidez de danza, de canto y de música;
179. del juego, de querellas, de maledicencia, de impostura, de impostura, de mirar o besar a las mujeres con amor, y de dañar al prójimo.
180. Que se acueste siempre aparte, y que no esparza su simiente; en efecto si cede al deseo, si esparce su simiente, contraviene a la regla de su orden y debe hacer penitencia[65].
181. El Duija novicio que, durante su sueño, ha dejado escapar involuntariamente su licor seminal, debe bañarse, adorar al sol, después repetir tres veces la fórmula: "Que vuelva a mí mi simiente".
182. Que traiga para su institutor agua en un vaso, flores, boñiga de vaca, la hierba kusa en la cantidad que pueda necesitar y que todos los días vaya a mendigar su alimento.
183. Que el novicio tenga cuidado de ir a pedir cada día su alimento a las casas de las personas que no descuidan el cumplimiento de los sacrificios prescritos por el Veda y que tienen renombre de cumplir con sus deberes.
184. No debe mendigar a la familia de su director, ni en cada de sus parientes paternos y maternos; y le está cerrado el acceso de otras cosas, debe, sobre todo, evitar a las primeras personas en ese orden[66].
185. O que recorra como mendigo todo el pueblo (si no se encuentra allí a ninguna de las personas arriba mencionadas) en estado de perfecta pureza y guardando silencio; pero que evite a las personas difamadas y culpables de grandes fallas.
186. Que habiendo traído leña[67] de un lugar apartado, la deposite al aire libre, y que tarde y mañana, se sirva de ella para hacer una ablación al fuego, sin faltar jamás a ello.
187. Cuando, sin estar enfermo, ha descuidado por siete días seguidos, el recoger limosna y alimentar con leña el fuego sagrado, debe sufrir la penitencia prescrita para el que ha violado sus votos de castidad[68].
188. Que el novicio no deje nunca de mendigar y que no reciba su alimento de una sola y misma persona; vivir de limosna está considerado tan meritorio para el discípulo como ayunar.
189. No obstante, si está invitado a una ceremonia en honor de los Dioses ó de los Manes, puede comer el alimento dado por una sola persona, conformándose como un devoto ascético, entonces no esta infringida su regla.
190. Pero, al decir de los Sabios, este caso no es aplicable sino a un Brahmán, y de ningún modo puede convenir a un Kshatrya o a un Vaisya.
191. reciba ó no la orden de institutor, el novicio debe aplicarse con celo al estudio y tratar de satisfacer a su venerable maestro.
192. Señoreando su cuerpo, su voz, sus órganos de los sentidos y su espíritu, deben tener juntas las manos y los ojos fijos en su director.
193. Que siempre tenga descubierta la mano derecha; que su actitud sea decente, su vestido correcto y que cuando reciba invitación a sentarse se siente enfrente de su padre espiritual.
194. Que su alimento, sus vestidos y su adorno sean siempre muy mezquinos en presencia de su director; debe levantarse antes que él y recogerse después de él.
195. No debe responder a las órdenes de su padre espiritual ó conversar con él acostado ni sentado, ni comiendo, ni de lejos, ni mirando a otro lado.
196. Que lo haga de pie, cuando esté sentado su director; dirigiéndose a él cuando se ha detenido; yendo a su encuentro, si camina, corriendo tras de él, cuando corre;
197. Yendo a colocarse frente a él, cuando está alejado, inclinándose si está acostado ó detenido cerca de él.
198. Se lecho y su asiento deben ser siempre muy bajos, cuando se encuentra en presencia de su director; y aun, mientras está al alcance de sus miradas, no debe sentarse muy cómodamente.
199. Que no pronuncie jamás el nombre de su padre espiritual pura y simplemente[69], aun en ausencia suya, y que nunca remede su manera de caminar, se lenguaje y sus gestos.
200. En cualquier parte en que se pronuncien decires maldicientes ó calumniosos sobre su director, debe taparse los oídos ó irse a otra parte.
201. Si habla mal de su director, se tornará en asno después de su muerte; si lo calumnia, se tornará perro; si goza de sus bienes sin su permiso, en insecto; si lo mira con ojos envidiosos, en gusano.
202. No debe hacerle homenajes por intermedio de otra persona cuando está lejos de él y pudiendo venir él mismo, ni cuando está con cólera, ni en presencia de una mujer; que si está en coche ó en un sitial, baje a saludar a su padre espiritual.
203. Que no se siente con su director contra el viento[70] o bajo el viento, y no diga nada cuando no está a distancia de poder ser oído por él.
204. Puede sentarse con su venerable maestro en un carro arrastrado por bueyes, caballos o camellos, cobre una terraza, sobre un lugar pavimentado, sobre una estera de hierba tejida, sobre una roca, en un banco de madera, en un barco.
205. Cuando el director de su director está presente, que se conduzca con él como con su propio director; y no puede saludar a aquellos de sus parientes que tienen derecho a su respeto, sin que se lo halla pedido su maestro espiritual.
206. Tal es igualmente la conducta que debe observar constantemente con los preceptores que le enseñan la santa doctrina, con sus parientes del lado paterno, como su tía; con las personas que lo alejan del error y le dan buenos consejos.
207. Que siempre se comporte con los hombres virtuosos como con su director, y que haga lo mismo tratándose de los hijos de su director, si son respetables por su edad, así como tratándose de los parientes paternos de su venerable maestro.
208. El hijo de su maestro espiritual ya sea más joven, ya da la misma edad que él, ó estudiante, si está en estado de enseñar la santa doctrina, tiene derecho a los mismo homenajes que el director, cuando está presente durante el sacrificio, sea como celebrante, sea como simple asistente.
209. Pero no debe untar perfumes al cuerpo del hijo de su director, servirlo durante el baño, comer sus restos y lavarle los pies.
210. Las mujeres de su director, cuando son de la misma clase, deben ser honradas como él; pero si pertenecen a una clase diferente, el novicio no les debe otro homenaje que levantarse y saludarlas.
211. Que el discípulo no se encargue de los cuidados que consisten en esparcir sobre la mujer de su director aceite odorífero, en servirla durante el baño, en frotas sus miembros, en disponer su cabellera con arte.
212. No debe tampoco prosternarse delante de una joven esposa de su venerable maestro tocando sus pies con respeto, si tiene veinte años cumplidos y sabe distinguir el bien y el mal.
213. Esta es la naturaleza del sexo femenino el tratar de corromper aquí abajo a los hombres y por esta razón los sabios no se abandonan jamás a las seducciones de las mujeres.
214. En efecto, una mujer puede en este mundo apartar del camino recto no solamente al insensato, sino también al hombre dotado de experiencia, y cometerlo al juego del amor y de la pasión.
215. No debe permanecer en lugar apartado con su madre, su hermana ó su hija; los sentidos reunidos son bastante poderosos, arrastran al hombre más juicioso.
216. Pero un alumno, si él mismo es joven, puede, siguiendo el uso prescrito, prosternarse hasta el suelo delante de las jóvenes esposas de su director, diciendo: "Soy fulano".
217. Al volver de un viaje, el joven novicio debe tocar respetuosamente los pies de las mujeres de su padre espiritual y cada día postrarse ante ellas, observando así los usos de las gentes de bien.
218. Del mismo modo que un hombre que cava con una pala llega a una fuente de agua, así también el alumno que es atento y dócil llega a adquirir la ciencia que esconde el espíritu de su padre espiritual.
219. Que tenga la cabeza afeitada ó los cabellos largos y colgantes[71], ó reunidos en haz en lo alto de la cabeza; que jamás el sol, cuando se pone ó se levanta, lo encuentre durmiendo en el pueblo.
220. Pues si el sol se levanta ó se pone sin que él lo sepa, mientras se entrega con sensualidad al sueño, debe ayunar un día entero, repitiendo en voz baja la Savitrí.
221. Quien se acuesta y se levanta sin atenerse al sol y no sufre esta penitencia, se hace culpable de una gran falta.
222. Después de haber hecho su ablución, en estado de pureza, perfectamente recogido y colocado en un lugar exento de manchas, el discípulo debe cumplir, siguiendo la regla, el deber piadoso, al levantarse y ponerse al sol, recitando en voz baja la Savitrí[72].
223. Si una mujer ó un Sudra tratan por cualquier medio de obtener el soberano bien, que a ello se aplique con ardor ó que haga lo que mejor le plazca y que autoriza la ley.
224. Al decir de alguno hombres sensatos, este soberano bien consiste en la virtud y la riqueza, ó según atros, en el placer de la riqueza, ó según otros todavía, en la virtud sola; ó según otros en fin, en la riqueza, pero es la reunión de los tres, lo que constituye el verdadero bien; tal es la decisión formal.
225. Un institutor es la imagen del ser Divino (Brahma); un padre, la imagen del señor de las criaturas (Prajapati)[73]; una madre, la imagen de la tierra; un hermano, la imagen del alma.
226. Un institutor, un padre, una madre, y un hermano mayor, no deben ser jamás tratados con desprecio, sobre todo por un Bramana, aun cuando haya sido molestado.
227. Varios cientos de años no podrían formar la compensación de las penas que soportan una madre y un padre para dar nacimiento a sus hijos y educarlos.
228. Que el joven haga constantemente y en toda ocasión lo que puede complacer a sus padres así como a su institutor; cuando estas tres personas están satisfechas, todas las prácticas devotas se hacen con felicidad y obtienen recompensa.
229. Una sumisión respetuosa a las voluntades de estas tres personas está declarada como la más eminente devoción y, sin su permiso, el discípulo no debe cumplir ningún otro deber piadoso.
230. En efecto, ellas representan los tres mundos, las tres otras órdenes, los tres Libros santos, los tres fuegos.
231. El padre es el fuego sagrado perpetuamente alimentado por el dueño de casa[74]; la madre, el fuego de las ceremonias; el institutor, el fuego del sacrificio[75]; esta triada de fuegos merece la más grande veneración.
232. Quien no los descuida, cuando llegue a ser dueño de la casa, alcanzará el imperio de los tres mundo, brillará su cuerpo de un puro resplandor y gozará en el cielo de una felicidad divina.
233. Por el respeto a su madre obtiene este bajo mundo[76]; por el respeto a su padre, el mundo intermediario, el de la atmósfera[77]; por la sumisión a las órdenes de su director, llega al mundo celeste de Brahma.
234. Quien respeta a estas tres personas, respeta todos sus deberes y obtiene la recompensa de ellos; pero para quien descuida el honrarlos, toda obra pía no tiene fruto.
235. Mientras estas tres personas viven, no debe ocuparse voluntariamente de ningún otro deber; pero que las manifieste siempre una sumisión respetuosa, dedicándose a darles gusto y a servirlos.
236. Cualquiera que sea el deber que cumpla en pensamiento, en palabra ó en acto, sin faltar a la obediencia que los debe, con miras que conciernen al otro mundo, debe venir, cuando lo ha cumplico, a declarárselo a ellos.
237. Por el homenaje rendido a estas tres personas, únicamente están perfectamente cumplidos todos los actos prescritos al hombre por la Santa Escritura y la Ley; es el primer deber, evidentemente; llámese secundario a todo otro deber.
238. Quien posee la fe, puede recibir una ciencia útil aun de un Sudra, el conocimiento de la principal virtud del hombre vil, y la perla de las mujeres de una familia despreciada.
239. Puede separarse la ambrosía (Amrita) del mismo veneno, y retirarla cuando se encuentra a ella mezclada; pude recibirse un buen consejo de un niño, aprenderse de un enemigo a conducirse bien, y extraerse oro de una substancia impura.
240. Las mujeres, las piedras preciosas[78], la ciencia, la virtud, la pureza, un buen consejo y las diferentes artes liberales, deben recibirse de donde vengan.
241. En caso de necesidad[79], está ordenado el estudiar la Santa Escritura bajo un institutor que no sea Bramána, y el alumno debe servirlo con respeto y sumisión, mientras dure la enseñanza.
242. Que el novicio no permanezca toda su vida al lado de un director que no pertenece a la clase sacerdotal ó de un Bramána que no conoce los libros santos y las ciencias accesorias, si quiere obtener la suprema felicidad, la liberación final.
243. No obstante, si desea quedarse hasta el fin su vida en casa de su maestro espiritual, que lo sirva celosamente hasta la separación de su alma y de su cuerpo.
244. Quien se somete dócilmente a la voluntad de su director, hasta el término de su existencia, se eleva, inmediatamente después a la eterna mansión del ser divino[80].
245. El novicio que conoce su deber no debe hacer don alguno a su director antes de su partida, sino en el momento en que, despedido por él, está a punto de realizar la ceremonia del baño[81], debe ofrecerle cuantos presentes pueda a su venerable maestro.
246. Que le dé un campo, oro, una vaca, un caballo, un parasol, zapatos, un sitial, arroz, hierbas ó vestidos, para ganarse el afecto de su director.
247. Después de la muerte de su institutor, el discípulo que quiere pasar su vida en el ashrama, debe conducirse con el hijo de su director; si es virtuoso, ó con su esposa ó son uno de sus parientes del lado paterno, como si se tratara de su venerable maestro.
248. Que, si no vive ninguna de estas personas entre en posesión de la morada, del asiento y del lugar de los ejercicios religiosos de su maestro espiritual; que alimente el fuego con el mayor cuidado y que trate de hacerse digno de la liberación final.
249. El Bramána que continúa así su noviciado sin faltar a sus votos, alcanza la condición suprema y no renace en la tierra.
[1] El amor a sí mismos es el hábito de obrar por interés.
[2] Es decir, que obtiene la liberación final.
[3] En consecuencia, la lectura de este código no está permitida sino a los hombres de las tres primeras clases, esta prohibido para los Sudras.
[4] Saraswati, río que desciende de las montañas que limitan al noreste la provincia de Dehli, de donde se dirige al sudoeste y se pierde en los arenales del Gran Desierto, en la comarca de Bhatti. Según la enseñanza espiritual de la India, continúa su curso bajo la tierra y va a reunirse con el Ganges y el Yanuna, cerca de Alabahad. El Garswati se llama hoy Sarasvati.
[5] Drishakwati, río que corre al noreste de Dahli.
[6] Kurukshetra, comarca vecina a Dehli que fue teatro de la sangrienta batalla que dieron los Pandas a los Kauravas. Estos príncipes eran los hijos de dos hermanos, Dritarashtra y Pandu, que descendían de un rey llamado Kurú. Los detalles de sus luchas están consignados en el Mahabarata.
[7] Kanyakubja es el nombre indio que ha ido cambiándose en el de Kunudje. La palabra sánscrita Kanya significa moza y kubja, jorobado, etimología que tiene relación con la historia de las cien hijas de Kusanabha, rey de Kanudje a quienes las volvió contrahechas el Dios Vayú por no haber querido ceder a sus deseos; el rey su padre las casó con un santo varón llamado Brahmadatta, y en el momento de la ceremonia recobraron su antigua belleza (Ramayana, Lib.I, cap.XXXIV)
[8] Mathura, ciudad de la provincia de Agra.
[9] El Himavat ó Himalaya, cuyo nombre significa mansión de la escarcha, es la cadena de montañas que limita a la India por el norte y la separa de la Tartaria; es el Imaús de los antiguos. El Ganges, el Inus, el Bramaputra y otros ríos considerables salen de estas montañas. En la mitología india el Himavat está personificado como esposo de Mena y padre de Gonga, diosa del Ganges y de Durga (llamada también Uma y Parvati), esposa del Dios Silva (Ramayana, Lib.I, cap.XXXVI).
[10] El Vindhya es la cadena de montañas que separa a la India central del Dekhan y que se extiende desde la provincia de Behar casi hasta la de Guzerat.
[11] Vinasana, comarca situada al noroeste de Dahli, en las cercanías del moderno Panniput.
[12] Prayaga, célebre lugar de peregrinación en la confluencia del Ganges y el Djema, hoy Alahabad.
[13] Es decir, que no es propio para el sacrificio. Los indios entienden por Mlechas a los bárbaros.
[14] Los sacramentos (Sanskaras son ceremonias purificadoras particulares a las tres clases; los principales están enumeradas en la estancia que sigue; el matrimonio es el último sacramento).
[15] La palabra Duija significa nacido dos veces, regenerado. Se llama Awidja a todo hombre de las tres primeras clases Brahmán, Kshaytra ó Vaisya que han sido investido con el cordón sagrado. Esta investidura ó iniciación constituye el segundo nacimiento de los Awidjas. Véase más adelante en el mismo Libro est.169 y 170.
[16] El texto literalmente es: debe dársele de probar miel, mantequilla clarificada y oro. H
[17] Esta ceremonia consiste en afeitar toda la cabeza, a excepción de la parte alta de ella, en la que se deja un mechón de cabello.
[18] Esta iniciación (Upanayana), particular a las tres clases primeras, se distingue por la investidura del cordón sagrado y del cinturón. La comunicación de la Savitri, la más santa de todas las plegarias, es una parte esencial de la iniciación. Véase más lejos est.169 y est.170.
[19] Como a esta edad un niño no tiene todavía voluntad, se considera como la suya la intención de su padre. (Comentario).
[20] Se da el nombre de Bramachari al joven Duija desde investidura hasta el momento en que se convierte en dueño de casa (Grihastha).
[21] Las dos palabras sánscritas umartha y adhovasana, que he traducido por manto y túnica, significan literalmente, la primera vestido superior y la segunda, vestido inferior.
[22] Sana, cannabis sativa. La palabra Sana se aplica también a varias plantas de las que se saca una especie de cáñamo como la crotalaria (Crotalaria juncea).
[23] Kshumá, Linum usitatissimun.
[24] Es decir, que un joven Brahmán debe llevar una piel de gacela y un tejido de cáñamo; un kashatrya, una piel de ciervo y un tejido de lino; un Vaisya una piel de cabra y un tejido de lana.
[25] Saccharum munja
[26] Senseviera zeylánica
[27] Poa cynosuroides.
[28] Spondias mangifera ó andropogon muricatus.
[29] Saccharum cylindricum.
[30] Egle marmelos.
[31] Butea frondosa.
[32] La gran higuera de las Indias, Ficus indica.
[33] Mimosa catechu.
[34] Careya arborea ó salvador pérsica.
[35] Ficus glomerata.
[36] A esta ceremonia se le llama Pradakshina.
[37] Es decir, al novicio (Bramachari) investido del cordón sagrado.
[38] Véase la estancia siguiente.
[39] Porque esto impide cumplir con los deberes piadosos que hacen obtener el cielo. (Comentario).
[40] Véase la estancia 33.
[41] El aguamanil (Kamandalú) es una vasija de barro ó de madera de que se sirven los discípulos y los devotos ascéticos.
[42] El Kesanta está señalado por el comentador como un sacramento (Sanskara), sin otra explicación. Según W.Jones, es una ceremonia en la que se corta la cabellera, mientras que según el Sr.Wilson (Sanskrit Dictionary), el Kesanta es el deber de dar limosna, de hacer obsequios, etc.
[43] A estos deberes se les llama Sandhyas.
[44] Este saludo respetuoso, llamado Anjalí, consiste en inclinar ligeramente la cabeza juntando la palma de las manos y elevándolas hasta el medio de la frente.
[45] AUM o Om es el monosílabo sagrado, el nombre místico de la divinidad, que precede a todas la plegaria y a todas las invocaciones.- AUM expresa la idea de los tres Dioses en uno A es el nombre de Vishnu; U es el Siva; M el de Brahama.
[46] La Kuhsa (Poa cynosuroides) es una hierba sagrada.
[47] Estas tres palabras (Vyahritis) significan tierra, atmósfera, cielo. Son los nombres de los tres mundos.
[48] Literalmente, el que reside en la mansión suprema.
[49] Creo conveniente citar aquí enteramente el himno de Viswamitra al sol de que forma parte la Savitri. Lo he traducido del texto sánscrito publicado por el Sr.Rosen en su Specimen du Ring-Veda, ayudándome con la traducción literal latina que ha agregado. El Sr.Colebrooke había ya traducido este himno en inglés en su trabajo sobre los Vedas.
Himno al Sol
I
Este excelente y nuevo elogio a ti, oh radiante y fulgurante Sol (te dirigimos nosotros. Dígnate aceptar mi invocación; visita mi alma ávida, cómo un (hombre enamorado va a buscar una mujer. Que el Sol que ve y contempla todas las cosas, sea nuestro protector.
II
“Tad Savitur Varenyam Bhargo devasya Dimahi Dhio Yo Nah Prachodaiat”: Meditemos en la luz admirable del Sol (Savitrí) resplandeciente (que encamine nuestra inteligencia.
Ávidos de aliento, solicitamos con una humilde plegaria los (dones del Sol adorable y resplandeciente. Los sacerdotes y los Brahmanes, con sacrificios, y con cánticos santos, (honran al sol resplandeciente, guiados por su inteligencia.
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Este himno está, como se ve, dividido en dos estrofas, cada una de tres estancia. La segunda estrofa que en sánscrito comienza con la palabra TAD, es la Savitrí de que se habla en el texto de Manú; y hay que entender, según creo, por tres padas, las tres estancias de que se compone esta segunda estrofa. Los indios no recitan a menudo sino la primera estancia de la Savitrí, y esta estancia está particularmente designada bajo el nombre de Gayatri. Sin embargo, las palabras Savitrí y Gayatri parecen estar empleadas indiferentemente por los dos comentadores de las leyes de Manú, Kuluca y Raghavanda.
[50] El acto de recitar una plegaria en voz baja de manera de no ser oído, se llama japa.
[51] Los Angas y Vedangas son ciencias sagradas miradas como partes accesorias de los Vedas. Estas ciencias son seis: la primera trata de la pronunciación, la segunda de las ceremonias religiosas; la tercera de la gramática; la cuarta de la prosodia; la quinta de la astronomía; la sexta de la explicación de las palabras y de las frases difíciles de los Vedas.
[52] La lectura de los Vedas debe suspenderse en ciertas circunstancias. Véase más adelante Libro IV, est.101 y sig.
[53] Véase un ejemplo de ello en el drama de Sukuntala (acto IV, pág.109 de la edición 8º).
[54] En sánscrito Bhoh.
[55] La parte teológica y la parte arguyente de los Vedas están comprendidas en tratados llamados Upanishads. Estos tratados fueron traducidos al persa bajo al nombre de Upnekha por orden de Dara-Shekuh, hermano del emperador mongol Orang-Zeybi y esta versión persa ha sido traducida al latín por Anquetil-Duperron. El conde Lanjuinais ha publicado un análisis bastante estimado de esta obra, W.Jones y el célebre Brahmán Rammchun Roy han vertido del sánscrito al ingles varios Upanishads.
[56] Los nombres de Gurú y de Acharya están muy frecuentemente empleados uno por otro.
[57] El Vedanta es la parte teológica de los Vedas. Esta parte se compone de tratados llamados Upanishads.
[58] La ambrosía (Amrita) es el alimento y la bebida de los Dioses y les da inmortalidad. Según el Vayú-Purana, la luna es el depósito de ambrosía. Lo llena el sol durante la quincena del crecimiento de la luna; cuando la luna llena, los Dioses, los Manes y los santos beben todos los días una Kala ó un dedo hasta que se acabe la ambrosía. - Según otra enseñanza, la ambrosía fue el resultado de batir el mar. Los Dioses y los Aitanes (Asuras) se reunieron para esta operación. El monte Mandara les sirvió como molinete y una gran serpiente Vasuki les sirvió de cuerda para ponerlo en movimiento. El mar, agitado por el movimiento de rotación impreso al monte Mandara produjo entonces diversas cosas preciosas, entre otras la Amrita (bebida de inmortalidad) que tenía en su mano (dentro de un vaso), Dhanwantari, Dios de la medicina. Los dioses y los Titanes se disputaban la ambrosía, que acabó por pertenecer a los primeros. El origen de la ambrosía es el tema de un episodio del Mahabarata; está también contado en el Ramayana (Lib.I cap.XLV).
[59] Véase más arriba, est.27.
[60] Son los Upanishads. Véase mas arriba est.4.
[61] Literalmente, se somete hasta la extremidad de las uñas.
[62] Véase mas arriba, est.77
[63] Véase más arriba, est.41-47
[64] Esta libación, llamada Tarpana, se hace con la mano derecha.
[65] Véase Lib.XI est.118.
[66] Así, que se dirija a los parientes maternos en primer lugar; a falta de estos, a sus parientes del lado paterno; a falta de estos últimos, a los parientes de su director. (Comentario).
[67] La leña empleada en los sacrificios debe ser la de la higuera de la mimosa catechu. Parece, sin embargo, que puede utilizarse la del adenantero espinoso y la del mango, la leña debe cortarse en pequeños pedazos de un palmo de largo y no mayores que el puño. (Colebrooke, Rech. Asia. Tom.VIII, pág.285).
[68] Véase Lib.XI, est.118.
[69] Es decir, sin agregar un título honorífico.
[70] Es decir, que el viento venga a él del lado donde esta sentado su director o de modo que el viento venga del costado al que esta sentado su director.
[71] 1 El peinado llamado jata consiste en llevar los cabellos largos y pendientes sobre los hombros; a menudo, se les levanta en totalidad ó en parte y se les dispone en una especie de haz que se elevara recto en lo alto de la cabeza.
[72] 1 Véase mas arriba est.101 y 102.
[73] 2 Brahama es el que está aquí designado bajo el nombre de Prajapati.
[74] Es el fuego llamado Garhapatya.
[75] Este fuego tomado del primero y que se coloca hacia el sur está llamado Dakshina. Este tercer fuego, llamado Ahavaniya, es el fuego consagrado tomado del primero y preparado para las oblaciones.
[76] El de la tierra.
[77] Por atmósfera debe entenderse el espacio comprendido entre la tierra y el cielo.
[78] Según otra interpretación; las mujeres tan preciosas como joyas.
[79] 2 Es decir, la falta de un institutor de la clase sacerdotal.
[80] 3 Se identifica con Brahma.
[81] 4 En el momento de abandonar a su director, el discípulo que ha terminado su noviciado (Bramacharya), hace una ablución (Snana) y toma entonces el nombre de Snataka (el que se ha bañado).